[Retiro] Ojo con Ojo_
Vamos a hacer un ejercicio:
Siéntate enfrente de un hombre. Tu papá, tu hermano, tu amigo. Cualquier desconocido.
Siéntate cerca. 20 centímetros. Y fija tu mirada con la suya.
Abre bien tus ojos, respira y quédate ahí.
Ahora pon tu mano izquierda en su corazón. Que el toque el tuyo también.
Ahí quédate. Ojo con ojo, corazón a corazón.
¿Qué sientes?
¿Palpitaciones? ¿Su piel estremecerse? ¿La tuya?
¿Cómo está tu energía sexual? ¿Y si te acercas? ¿Qué dice tu piel?
¿Te llegó su aliento? ¿Su nerviosismo de estar tan cerca de ti? ¿Su temblorina?
Ahora el cierra sus ojos.
Se entrega a tu mirada. Se entrega a tu toque, a tu cercanía. Al poder que tienes sobre él.
¿Puedes sentir su bomba cardiaca? ¿Su fragilidad? Su confusión.
¿Percibes su cicatriz?
Ahora tú cierras los ojos.
Su mirada está sobre de ti. La tuya también.
Su mano en tu pecho, en tu entraña. Estás en un abismo de oscuridad.
¿Qué está pensando sobre ti? ¿Qué estás pensando tú? ¿Qué estás sintiendo tú?
La oscuridad marea. Y no sabes como, pero está tocando tu cicatriz. Y aunque estás sentado, quieres correr.
Ahora abres los ojos para asegurarte de que no estás en peligro. Y ves que el no está viendo tu herida, está viendo la de él. Es la misma que tú.
Tu piel se enchina. Los veinte centímetros se convierten en diez. En cero.
De alguna manera este extraño eres tú. Y por primera vez respiras, por primera vez.
Querías que este encuentro acabe en cuanto antes. Y ahora no te quieres ir.
No. No te quieres ir.
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A ti Hombre: Te doy permiso.
Te doy permiso de decir que eres Hombre. Que estás aprendiendo a serlo. Que estás confundido.
Te doy permiso de detenerte. De soltar las respuestas que crees tener. De soltar el peso que llevas cargando desde que naciste y te dijeron que eras hombre, y que tenías que serlo.
Te doy permiso porque yo lo necesito.
Necesito darme permiso de decir esto. De sentirme seguro en mi coxis. En mi espalda alargada y cansada, pero fuerte.
Permiso de sentir, de llorar, de reír. Permiso para pelear sin lastimar. Para cazar sin hacer sufrir. Para gritar sin tragarme el grito. Para gritar sin tener que tomar los alcoholes a los que me he acostumbrado.
Me doy permiso de abrazar mi sombra. De mostrarle mi sombra al de enfrente. Al que siempre me ha acompañado, pero nunca le he evidenciado quién soy. Mis miedos, mis carencias, mis necesidades. Me arrebataron algo muy mío y nadie lo sabe.
Gracias por sentirlo antes de que yo pueda decirlo.
Me doy permiso de decir que lo que hago y lo que soy no termina de encajar. Mi hombría me cansa y quiero decirlo: “Estoy cansado”, quiero decirlo, “No sé a dónde voy”.
Mi dinero y mi ropa y mi coche y mi agenda no representan lo que soy ni lo que quiero ser. Soy algo más, aunque no sé qué es ese algo más.
Tu me das permiso y yo te doy permiso. Soy Hombre. Soy pregunta. Soy anhelo.
Soy hijo, soy padre, soy hermano. Sé lo que esto significa, pero quiero agregarle a su significado.
Correr, brincar, golpear mis puños en mi pecho. Levantarlos hacia el cielo. Que me oigan las águilas, las montañas, el corazón de la tierra.
Que me oiga y me sostenga el corazón del hombre que tengo enfrente y me está viendo para arriba.
Somos Hombres.
Somos Hombres, grita de regreso el firmamento.
Aquí estoy. Aquí soy.
Soy Hombre y nos doy permiso.
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Te invito a la comunidad HerManDad. Un espacio de Hombres para Hombres que iniciará el 22 de noviembre de 2023 y nos iremos a un Retiro de cinco días en Veracruz del 6 al 10 de diciembre.
Me doy permiso de invitarte, tu me das permiso de intentar este espacio.
Más información, click aquí.
Inscríbete al Zoom Informativo que tendremos sobre esta comunidad el sábado 4 de Noviembre a las 9:30 am.